Cómo fotografiar aves

La fotografía de aves es una disciplina difícil, en la que si no nos armamos de paciencia y disciplina, podemos frustrarnos muy fácilmente.

Los pájaros son animales en continuo movimiento que exigirán por tu parte y por la de tu equipo una enorme rapidez, tanto de enfoque, como de tiempo de exposición de la toma.

Tienes que tener en cuenta dos tipos de movimiento a la vez:

  • El desplazamiento del ave
  • El movimiento de sus alas

Te recomendamos que empieces por fotografiar aves grandes como buitres, grullas, cigüeñas o garzas. Ten en cuenta que entre más dispares más posibilidades tendrás de hacer una buena foto.

Ve a lugares donde encuentres gran cantidad de aves como parques naturales, lagunas, humedales o dormideros de aves. Y recuerda que la luz de las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde es la mejor.

En cuanto a la configuración de tu cámara, la clave es usar velocidades de obturación muy rápidas. Estas son una guía que te servirá de orientación:

  • Con aves grandes: 1/1000s o 1/1500s
  • Para aves rapaces en vuelo: a partir de 1/2000s
  • Con pájaros pequeños: desde 1/2000s hasta 1/5000s

Para poder disparar con velocidades de obturación muy rápidas tendrás que abrir mucho la apertura del diafragma. Las aves aparecen o desaparecen en función del tiempo que haga, así que tenlo en cuenta a la hora de planificar una salida.

Usa un teleobjetivo y, si es posible, con el selector de enfoque automático en la posición de larga distancia

¡Camúflate! en el entorno natural de las aves, así podrás acercarte más y hacer mejores fotografías sin molestarlas.

El no moverse es fundamental para que no se asusten y se alejen de ti, ya que por muy larga que sea la focal que estés usando, no será suficiente para capturar un ave a una distancia excesiva.